lunes, 8 de octubre de 2012

La palabra infancia proviene del latín infans, que significa mudo, que no habla; incapaz de hablar’. De hecho, términos como prelingüístico o preverbal son utilizados frecuentemente para describir a los niños pequeños. Todos estos términos reflejan la creencia común de que el desarrollo del lenguaje es el que hace que los niños se conviertan en seres comunicativos (Owens, 1996).

Desde una perspectiva antropológica, la infancia es un producto del desarrollo histórico humano, y un resultado relativamente reciente en la historia de la humanidad. En los primeros tiempos no existía la infancia como concepto o definición de una etapa de vida, y tan pronto el niño podía caminar y valerse por sí mismo, era de inmediato incorporado a la lucha por la supervivencia, a la recolección casual del sustento que mantenía la existencia de los componentes del grupo humano.
Dentro de la propia niñez, y como consecuencia del progreso de la humanidad, van a darse etapas diferenciadas entre sí, a cada una de las cuales corresponde un lugar y función en el curso del desarrollo Biofísico psicológico y social principalmente, a su vez actividades, normas, valores y particularidades propias del desarrollo psíquico y de la condición y sentido puramente humano como el amor o la nobleza que parten de una emoción y en otros casos de la espiritualidad humana. 

 COMO SE PUEDE ABORDAR LA PRIMERA INFANCIA

La primera Infancia se puede plantear desde aspectos como el biológico, psicodinámico, según el aprendizaje, atendiendo al desarrollo cognitivo y desde el contexto social y cultural e incluso antropológico. Al tratar de tomar en cuenta estos aspectos se puede decir que la primera Infancia es un periodo comprendido entre 0 y 5 años si el fundamento es neurobiológico o de 0 a 12 años si es desde el desarrollo, o hasta que se este en capacidad de procrear según la antropología y algunas culturas humanas.


 
Lo que si es claro es que esta etapa inicial debe la vida humana importante y fundamental en el desarrollo; de aquí depende el crecimiento evolución y desarrollo posterior.



 INCIDENCIA DEL AFECTO EN LA PRIMERA INFANCIA

El primer contacto y aprendizaje de las personas durante la Primera infancia esta determinado por la calidad de la relación y contacto entre el niño /a y la madre este es un vínculo que en primera instancia es físico y psicológico dado por la unión niño/a y la persona que lo cuida, por lo general ha de ser la madre con un sin numero de formas de comunicación entre estos.

Los sucesos traumáticos que se producen durante la infancia, tales como los abusos físicos o la malnutrición, afecten al desarrollo y al comportamiento de una forma negativa. Las caricias, la risa, el llanto ponen en contacto a los niños/as con quienes los cuidan. Este vínculo es una referencia parental que proporciona una base emocional segura, a partir de la cual se desarrollan las relaciones maduras. Las investigaciones demuestran que un vínculo inadecuado impide el desarrollo social y emocional a lo largo de la vida (Hoffman, Paris y Hall, psicólogos del desarrollo EEUU); por ejemplo, la separación repentina de un niño/a de su madre sin forma de restitución adecuada y oportuna de este vinculo tenderá consecuencias que afectara negativamente su desarrollo posterior. Experiencias menos traumáticas influyen pero su permanencia y nivel de afectación negativa puede ser menos traumático según las circunstancias y el impacto que se ocasione en los niños/as Todo lo anterior hace que esas primeras experiencias influyan en las actitudes que el niño/a tenga de si mismo, en la forma de establecer las relaciones sociales, el manejo de su emocionalidad y en todo el proceso de aprendizaje, por ende en localidad de vida y en todo su futuro.